[VEINTIDOS]

Todo lo que pasa por tu mente lo puse Yo. No pienses que eres original: tú sólo repites las cosas que te digo. No te hace falta buscar palabras nuevas: busca obras nuevas.

Tengo sed de tus obras y no puedo mover tu libertad. Puse en tu alma el poder de amar... y tengo sed. Tengo sed, y tuve sed: me hice pájaro pelícano para llevar mi carne en alma viva, de tanto sufrir, por conseguirte.


LOS PENSAMIENTOS,

focos encendidos

que puse en tu cabeza,

chispeantes,

son buenos.

Pero son nada

sin las obras.

Los pensamientos,

que puse en tu cabeza,

son de todos mis hijos.

Que nadie se apropie

como suyas

las cosas

que sopla

vuestro Padre.