[CUATRO]

Para algunos, dialogar con su Creador es una pérdida de tiempo. Pudiendo estar en otra cosa, para qué sentarse y no hacer nada.

Señor, te hablo porque me fio de Ti, de tus palabras. Sé que no me dirijo a una pared, aunque me lo parezca en esta temporada a palo seco. Aquí estoy embobado llamándote Padre: ésa es mi oración.


¿DE QUÉ ME SIRVE ESTAR AHÍ?

Me dicen.

Como si yo perdiera

minutos

por estar

contigo, mirándote

y no viéndote,

cuanto de Ti me fio.