[CATORCE]

Con mi esfuerzo nunca podré llegar al Cielo.

Llegaré al Cielo con artimañas, pues Tú, Dios mío, me has enseñado a ser un poco pillo -pájaro soy-y tener la sencillez de un niño.

Los hijos de las tinieblas pueden ser muy astutos, pero son muy se­nos.

Haz que mi corazón sea de paloma, y tenga latidos rápidos de ser­piente para conseguir el Cielo, aunque sea en el último minuto. Sé que tendré que sufrir -en el palo seco de la Cruz- pero no me importa; así te dará pena este pájaro ladrón, ahora que estás en tu Reino.


NO SOY POETA

ni hijo de poeta.

No podré llegar

a tu Cielo

con mis alas

pequeñas.

Pero soy ladrón,

y sin ganzúa

abriré

las puertas

del Paraíso

con maña entraré

si logro

robarte

el corazón.

Y

aunque

no soy poeta

bastará

un verso

en el dolor:

-Acuérdate de mí...